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En agosto, el thriller Pasaba por aquí cautivó a los espectadores de Netflix con su oscura y oportuna historia de ricos y pobres. Fue un buen comienzo para la nueva cosecha de películas británicas de Netflix, y Los extraños cumple esa promesa.
El debut en la dirección de largometrajes de Nathaniel Martello-White (al que quizá reconozcas por I Hate Suzie) parte de una historia que el director escuchó sobre una madre birracial que abandonó a sus hijos para empezar una nueva vida, algo que en la película se desarrolla hasta extremos espeluznantes.
Aquí, la madre es Neve (Ashley Madekwe), que lleva una vida aparentemente perfecta en los suburbios con su marido y sus dos hijos. Es la subdirectora de la escuela privada local y está planeando una gala benéfica de la manera más convencional. Pero su vida, cuidadosamente fabricada, está a punto de venirse abajo.
Cuando Neve empieza a sospechar que dos figuras oscuras (Jorden Myrie y Bukky Bakray) la acechan, la verdad empieza a salir a la luz y la vida de Neve cambia para siempre. Puede que ella lo esté pasando fatal, pero a ti te atrapará hasta el inolvidable clímax.
De la misma manera que la historia nunca se desarrolla tan convencionalmente como cabría esperar, Martello-White estructura Los extraños en cuatro segmentos distintos que juegan con la línea temporal, el protagonista e incluso el tono.
La primera sección, “Neve”, se desarrolla como un relato de terror en el que la protagonista es acechada por unas figuras que se le escapan de la vista, pero ¿están realmente ahí? Las comparaciones más ventajistas dirían que tiene un aire a Déjame salir, pero mientras que tiene la similitud de explorar algo fuera de los suburbios, Los extraños se centra más en temas de cambio de código y colorismo, entre otros.
Del mismo modo que Barbarian el año pasado, la sección termina con una explosiva revelación y, antes de que tengamos tiempo de asimilarlo, la película cambia de marcha y adopta un enfoque más orientado a la madurez en la segunda sección. Es aquí donde te das cuenta del juego al que te está sometiendo la película: crees que sabes lo que deberías sentir, pero no es así.
El guión de Martello-White presenta un trío protagonista lleno de matices y capas, y no ofrece respuestas fáciles. Tus lealtades irán cambiando y, al final, seguirás sin saber quién tiene razón, si es que alguien la tiene. En combinación con los cambios en la narración, la película se complace en dejarte con la boca abierta y totalmente absorto.
Que Los extraños funcione tan eficazmente como lo hace se debe también a las excelentes interpretaciones que la componen. Ashley Madekwe transmite sutilmente las dificultades que se esconden tras la perfecta fachada suburbana de Neve, mientras que Jorden Myrie y Bukky Bakray pasan sin esfuerzo de ser entrañables a aterradores y viceversa en una misma escena.
Cuando todos se reúnen para el asombroso acto final, la película eleva la tensión a niveles casi insoportables. No entraremos en spoilers, pero si pensabas que tus partidas familiares de Scrabble eran tensas, piénsalo otra vez. Es un clímax impredecible que culmina con un oscuro broche dorado.
Para algunos, Los extraños puede terminar demasiado abruptamente y su reparto secundario no está tan desarrollado como su trío protagonista. Sin embargo, cuando la película es tan emocionante y te deja con tanto por digerir, es probable que puedas perdonar esos pequeños defectos.
Puede que no quieras que algo así suceda en tu vida, pero no te arrepentirás de incluir Los extraños en tu lista de Netflix.
